El Graffiti desde
la lenta de Dimas Ochoa Zumaya
Por Luis Gerardo Martínez García
El 18 de abril
de 1966 nació Dimas Ochoa Zumaya
en la ciudad de Xalapa, Veracruz. Estudió
Pedagogía en la Universidad
Veracruzana. Cuenta con estudios fotográficos
en la Universidad Obrera del
Distrito Federal y en la Facultad de
Ciencias Políticas de la
Universidad Nacional Autónoma de
México, así como un
diplomado de fotografía
en SONY.
Desde muy pequeño, además de ser buen deportista, le gustó la
fotografía. No la pudo estudiar profesionalmente sino hasta que llegó a la
Ciudad de México, recién egresado de la Universidad Veracruzana. Empieza
entonces a ver la fotografía desde su propia definición “…es escribir
con luz, concepto que me
llamó la atención; pero también
es poesía estática,
ya que un poeta escribe poesía
para él, lo que implica sus
sentimientos; así, en mi caso, capturo las
imágenes que siento en ese momento, sin
importar que le
agrede a otras personas, pero
si encuentro a alguien que
se identifique o que le
agrade mi trabajo,
para mi es
satisfactorio.”
Desde ese entonces Ochoa Zumaya ha participado en exposiciones
fotográficas organizadas por la Universidad Obrera del Distrito Federal, la
Facultad de Ciencias Políticas
de la Universidad Nacional
Autónoma de México, y por
el Instituto Federal Electoral.
De igual manera se incluyó parte de su
material fotográfico en el libro Veinte
años de la Creación
del IFE en el
año 2011.
“Caminando por las calles
me detengo para observar
un graffiti –afirma Dimas Ochoa-;
al pasar días después
ya no está ese arte
en aerosol, por eso me surge la idea de
empezar a fotografiarlos y
conservarlos de alguna manera; no
me es fácil, pues
a pesar de que son miles de
graffitis en la Ciudad de
México, estos se localizan en lugares
donde es fuerte el vandalismo, como lo son la Delegación
Iztapalapa, Álvaro Obregón
y Gustavo A. Madero; los jóvenes, a través
del graffiti demandan
justicia, libertad, igualdad
y respeto a
su identidad como
grupo social, de
tal forma que
tienen que hacerlo
de forma clandestina
y por las noches.”
Es verdad que Dimas le viene dedicando tiempo a varias líneas fotográficas
urbanas; pero se ha detenido particularmente en el graffiti del DF, y señala: “Es considerado como una manifestación artística
callejera y subversiva, que se plasma, sin permiso,
en propiedades públicas y
privadas, vehículos o
mobiliario urbano. Una de las
características de esta forma
de expresión es la
clandestinidad, pues a pesar
de que las calles del Distrito
Federal están tapizadas
de miles de graffitis,
no es fácil
conocer quiénes son los autores y
en algunos de los casos
firman con seudónimo.”
Aclarando que para el Gobierno
del Distrito Federal el graffiti
está considerado arte
urbano; sin embargo, esta
actividad es sancionada por el Artículo
26, fracción V de
la Ley
de Cultura Cívica
del DF, con sanciones que pueden ser de
doce a treintaiseis horas de arresto, o
multa de veinte a treintaiseis salarios
mínimos si no hay
parte acusadora; o bien, dependiendo de la
gravedad, puede convertirse en el
delito de daño
en propiedad ajena, sancionado
por el Código Penal
del Distrito Federal.
Pero, ¿quiénes pintan los graffitis en el DF? Generalmente el
graffiti es pintado
por bandas callejeras,
localizables en las colonias populares consideradas como
de alto riesgo,
en cuanto a delincuencia se refriere. Interesante resulta
que de ahí han surgido graffiteros invitados por
otros países para
plasmar su arte. Aquí es
importante mencionar que
el Gobierno del Distrito Federa ha
implementado diversas acciones
en busca de regular
las protestas a
través del graffiti, afirma Ochoa Zumaya, de tal
forma que ha
asignado espacios a través
de concursos para
que plasmen su graffiti,
designando a su vez
los temas a realizar. A partir del 21
de abril del año
2001, se celebra
la primera “Expo
Graffiti en el Distrito Federal”,
donde participan cerca de 120
graffiteros en el Deportivo “Chavos
Banda en Iztapalapa”. Subraya
Dimas “Para los
jóvenes el graffiti
debe ser clandestino
y de protesta a las
autoridades; sin embargo, cuando
las autoridades regulan
estos concursos el
graffiti pierde su
esencia, pues las autoridades buscan controlar
el graffiti ilegal,
cuando los chicos plasman
una protesta en
contra del gobierno.”
Dimas Ochoa Zumaya, xalapeño radicado en el DF, lleva cuatro años fotografiando también el concurso
“La noche de los
alebrijes”; cuenta con un
archivo fotográfico de 1500
imágenes aproximadamente. En la
actualidad realiza trabajos fotográficos
a cerca de los stickers colocados
en los señalamientos viales,
que también es
considerado una forma
de expresión por los jóvenes. Él ha platicado con éstos, “Me comentan que
nadie respeta los
señalamientos viales que para el
Gobierno son muy costosos; ellos optaron por
darles un uso y
empezar a crear arte
a través de los
stickers colocados en estos señalamientos viales.” Vaya nuestro
reconocimiento hasta el DF a Dimas Ochoa Zumaya.
