Daniel Fernández Díaz.
Declamador.
Por Luis Gerardo Martínez García
Daniel
Fernández Díaz, hombre identificado con la declamación y la docencia, nació en El
mirador, perteneciente a Totutla, Veracruz, en el año de 1943. Egresado de la Escuela Normal Veracruzana y de
la Escuela Superior de Puebla dedicó gran parte de su vida profesional a la
enseñanza del español y de la biología. Hoy se dedica a escribir un proyecto
poético referente a la mujer normalista: “Con emotiva razón o intención…/idealista/en
la senda crucial que se forma/en el intenso azul de tu mar/abrazas el sueño que
se nombra/¡Normalista!
Su padre,
don Antonio Fernández Vera fue originario de Oteapan, municipio de Totula; y su
madre, la señora Lidia Diaz Tejeda fue originaria de Huatusco. Llegaron a la
ciudad de Xalapa después de casarse. Por eso Daniel Fernández D. estudió en la
escuela primaria Luis J. Jiménez, y la secundaria en la vespertina Veracruz
(ahora bachillerato). Después estudió en la Escuela Normal Veracruzana “Enrique
C. Rébsamen” de 1960-1962 (generación “Piratas”); entre sus amigos, conoció ahí
a Marcos Pérez, Jorge Lara de la Fraga (a quien conoció mejor ya trabajando en
sus escuelas primarias). Entre sus profesores recuerda a Raúl Contreras Ferto, José
Acosta Lucero (quien después fue director de la Normal), y Teodoro Lavoignet
Naveda.
En 1963 Daniel
trabajó en una escuela primaria de Chocamán; en 1965 llegó a Córdoba y, estando
ahí, lo invitan a trabajar en una escuela Preparatoria como profesor de
biología, eso lo llevó a estudiar en la escuela Normal Superior de Puebla de
1969 a 1975 la especialidad en Biología. Después permutó su adscripción de
profesor a la comunidad de Coacoatzintla. Al poco tiempo, participó en la
creación de la Escuela Secundaria número dos “Julio Zárate” de la ciudad de
Xalapa, y en la Escuela Antonio María de Rivera trabajó como profesor de
filosofía. Laboró como profesor durante 42 años.
Para
Daniel la declamación tiene sus orígenes en reuniones más familiares, de
tertulia: era una forma más de convivencia. Ya en ámbitos de escritores –señala-
las exposiciones se daban más de forma
temática, propia de sus intereses. “La declamación fue una forma de
acercamiento a mi trabajo, involucrando a los alumnos del medio semirural,
formándolos y tratando de que la declamación y la poesía coadyuvasen en el
comportamiento de los sujetos.” Se inicia en la declamación ya en el ámbito
escolar, como recién egresado, trabajando en Chocamán; se involucró en eventos
participando con “El Brindis del bohemio” de Guillermo Aguirre y Fierro y “20
poemas de amor y una canción desesperada” de
Pablo Neruda, lo cual le serviría para ganar reconocimiento y emprender
una carrera autodidacta en la declamación.
En 1965,
año en que llegó Daniel Fernández D. a la ciudad de Córdoba, empiezó a
participar en varios eventos culturales. Y aunque participó en la oratoria, se
identificó más con la declamación, y con poetas como Pablo Neruda, Jorge Luis
Borges, Salvador Díaz Mirón, Alberto Cortés (compositor e intérprete).
Posteriormente en el año de 1971 llegó a la ciudad de Xalapa y le fue más fácil
incorporar a sus alumnos en la poesía coral; ellos se comprometían, pensando en
un desarrollo más integral. Orgulloso declara Daniel “La declamación me ha
dejado muchas satisfacciones y desarrollo personal y profesional; me ha dado la
oportunidad de conseguir en la vida relaciones más afectuosas; pude hacer
amigos; valoro de forma diferente mi familia. Ahora escribo. Inicié en 1980.” Fernández
Diaz escribió Mujer, un proyecto de amor que le publicara la Editora del
Estado de Veracruz. El segundo libro que publicó se llama Mujer naturaleza.
El primer
libro que publicó el maestro Daniel Fernández Díaz tiene su origen en una
situación muy personal: “Tengo presente el recuerdo del trabajo arduo de mi
madre. Muy intencionado a que nosotros, sus hijos, estudiáramos. Se desvelaba
hasta las dos de la mañana trabajando en la máquina de escribir. Ese afán me ha
llevado a apreciar la fuerza y la calidad de las mujeres. Con el afán de
descrifrar y de exaltar sus virtudes; que la mujer tiene signos muy especiales
en su naturaleza que no se dan en el hombre. Desde el momento en que es
portadora de la vida, es algo muy trascendental. Expresaba un biólogo: La mujer
es el logro genético más extraordinario. Y para mi, agregaría es el logro de
amor más extraordinario.”
Mujer
naturaleza, su segundo trabajo, lo escribió pensando en que la mujer tiene
dones que marcan la expresión con la naturaleza: “Fuerza de los ríos que libres
bajan a danzar con los mares… Relación de la mujer con la vida natural. Lo
natural en la mujer es el bien. Por eso deseo expresar algo que sea muy
significativo para ella, aun sin ser yo un escritor”, señala. “Mujer
normalista” es un poema y un evento que prepara en al marco de la celebración
de 50 años de haber egresado de la Escuela Normal Veracruzana prepara: Mujer
normalista/los años pasan, los recuerdos quedan/nuevos retos/ en la orilla de
tu mar, esperan…/ con el fuego singular en tu diestra/ con el ideal en proa, a
toda vela…/; trabajo que leeremos pronto.
A Daniel Fernández
Díaz la declamación le ha valido disfrutar de un talento propio de la
inteligencia y la sensibilidad que la sociedad viene cultivando en convivencia
con la poesía y otras expresiones literarias. Ahora vive jubilado, dedicado a
la escritura de poemas, disfrutando de su familia y de su pequeño nieto.
sinrecreo@hotmail.com