2012/09/10


Lizardo Enríquez Luna
Por Luis Gerardo Martínez García

A su esposa,
a sus hijos, a sus nietos…
a su familia toda.


Lizardo Enríquez Luna lector, profesor, colaborador, escritor, editor, padre y extraordinario amigo; hombre de charla amena nació en Ciudad Mendoza, Veracruz; su padre, Leobardo Enríquez Escobar fue un obrero textil de la Fábrica Santa Rosa donde trabajó por más de 20 años [quien también emprendió proyectos  editoriales como los periódicos La Estrella, El Látigo y La Antorcha]. Consuelo Luna Guerrero, su madre, se dedicó por completo a mantener la armonía, la educación, la estabilidad y las buenas costumbres en su familia.

El maestro Lizardo siempre hace grata referencia de sus amigos, de las personas que influyeron en su vida. Conoció, dice, siendo estudiante de secundaria a Jorge García Durán (Cuco), quien promovía concursos de oratoria allá en Ciudad Mendoza; Cuco formó un grupo cultural en el que Lizardo se involucró directamente organizando varias de las actividades. García Durán, ya siendo su amigo fue quien le presentó al maestro Marcelo Ramírez Ramírez quien particularmente se convertiría en uno de sus mejores amigos desde 1965 a la fecha. Víctor Raúl Domínguez también se convirtió en su gran amigo y maestro. Otros dos lo fueron también: Alejandro Domínguez (a quien conoció en la ciudad de México) y René Carbonell de la O, siendo este una gran influencia literaria en él.

Enríquez Luna estudió en la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen” porque su padre lo apoyó para eso (se ingresaba en ese tiempo con estudios de Secundaria). En la familia no había condiciones económicas para realizar alguna otra  carrera. Estudió ya con el nuevo plan de cuatro años (en la generación Olímpicos de 1966 a 1969). En la Normal publicó un periódico llamado Liberal junto con Néstor Enrique Gómez. Y en sur, con Enrique Jiménez publicó otro periódico llamado Liberación

Ya como egresado en noviembre de 1969 inició su trayectoria docente dentro de la zona escolar de Acayucan, en la escuela primaria rural “Benito Juárez” de Campo Nuevo, San Juan Evangelista. Ahí estuvo dos años hasta que conoció a otros profesores que trabajaban en Jáltipan. En 1971 se enlistó en un movimiento magisterial que encabezaba el SETSE, con dirigentes jóvenes que después lo llevaron a trabajar a una escuela urbana en Jáltipan. Participó en dos movimientos del SETSE: uno en 1971 y otro en 1974. En esa localidad presidió el Círculo Cultural Jáltipan.

A partir de enero de 1975 Enríquez Luna se va a la ciudad de México a trabajar con el maestro Marcelo Ramírez Ramírez en la Dirección de Educación Extraescolar en el Medio Urbano de la Secretaría de Educación Pública. Allá participó en la edición y distribución de Presencia Educativa que se publicaba en la SEP (revista dirigida por Alejandro Domínguez Sánchez); además, apoyó en la atención a las Casas de Estudiantes existentes a nivel nacional.

Posteriormente,  a mediados de 1978 llegó a la ciudad de Xalapa, dado que al Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán lo habían nombrado delegado de la Secretaría de Educación Pública en Veracruz; éste a su vez invitó al maestro Marcelo Ramírez nuevamente, y el maestro Lizardo es llamado a colaborar otra vez con ellos. Ahí Lizardo Enríquez Luna se incorpora al programa académico que creó el entonces titular de la SEP Fernando Solana, Educación para todos (Educación para todos los niños, Educación de Adultos y Castellanización), en el que también trabajaron Marco Wilfrido Sánchez Márquez, Leobardo Chávez, Narciso Espinosa. Para eso, Lizardo participó en el diagnóstico y la promoción de dicho programa en el municipio de Xalapa. Después fue nombrado jefe de la Oficina de Misiones Culturales.

Enríque Luna hace remembranza: “Misiones culturales se caracterizaba por ser administrada desde la ciudad de México. Entonces, la movilización magisterial era de grandes dimensiones territoriales. La desconcentración administrativa permitió movimientos de profesores dentro del mismo estado de Veracruz [señala enfático], por lo menos facilité que los profesores pudieran realizar su trabajo con confianza, gusto y orgullo”. Y así, participó en varias comunidades e través del programa Misiones Culturales. También participó en el Centro de Educación Básica para Adultos. Estuvo ahí cuando se creó el Departamento de Educación para Adultos CEBAS y Misiones Culturales, aunque luego, por otras razones, se separaron ambas instancias educativas. El maestro Lizardo también colaboró en la Dirección General de Educación Popular,  en la Subsecretaría de Educación Media Superior y Superior, en el CIVE y en el TEBAEV en diferentes momentos de su trayectoria profesional.

Aunque es lector de casi todos los géneros literarios, la poesía para el maestro Lizardo es de su preferencia. Conocedor de escritores indígenas mexicanos, europeos y latinoamericanos: Pablo Neruda, García Lorca,  Nicolás Guillén, César Vallejo, Serguéi Yesenin (poeta ecológico, contemporáneo de Maiakovsky y de Máximo Gorki). También apasionado de la poesía indígena ha leído a Juan Hernández (autor de “Pies de India”), a Miguel León Portilla (en el caso de la literatura náhuatl), a  Nezahualcóyotl, y a Octavio Paz, entre muchos otros.

Lizardo Enríquez Luna actualmente es miembro de número de la Academia Mexicana de la Educación, Sección Veracruz. Y señala orgulloso que el común denominador de los integrantes de dicha asociación civil es la amistad. Dice que él ingresó en una segunda convocatoria, a invitación del maestro Reynaldo Ceballos Hernández. En aquel momento para ingresar participó con el trabajo “Utopía, Realidad y Educación”, trabajo inspirado en los misioneros españoles. De entonces a la fecha ha participado en la columna del Diario de Xalapa y demás actividades académico-culturales de la AME-Veracruz. La Academia le ha significado ser un espacio para desarrollar actividades que en lo personal le han interesado. En 1988 trabajó el proyecto “Vivamos Mejor” que desarrollaba programas comunitarios en zonas pobres en varios países. El Dr. en Física Albert V. Baez, presidente de dicho programa contactó a los miembros de la Academia en Veracruz para emprender el programa “Vivamos Mejor”, señala Enríquez Luna: “[…] Trabajamos en Las Vigas de Ramírez con niños de tres a cinco años en un despertar a la vida a través del conocimiento del medio ambiente, con actividades vitales de desarrollo y una excelente alimentación. Me dejó una gran experiencia esa relación con el Dr. Albert V. Baez. De ahí surgió la asociación ´Vivamos Mejor Veracruz´ que dirigió Ernesto Gerardo Fernández Panes.” En aquel momento el Dr. Albert V. Baez recibió reconocimiento como Visitante distinguido de la ciudad de Xalapa, siendo contralor del Ayuntamiento el maestro Jesús Jiménez Castillo.

Amante de la música propia, (de la música mexicana, del son jarocho, del son huasteco, de los sones abajeños, de la música andina, de la trova cubana, del danzón, del son cubano, y del rock en español de los sesentas), Lizardo Enríquez Luna es para muchos de nosotros un maestro de literatura y de la vida. Hombre justo que ha medido con sabiduría los pasos que en su andar ha dado con libertad e inteligencia. Enríquez Luna es hoy uno de los grandes conocedores de la educación de adultos y la educación primaria; pero sobre todo es un profundo conocedor de la calidad humana, y respetuoso de la diversidad de pensamiento. Lizardo es un maestro de convicciones, responsabilidad y compromiso a quien siempre se le aprende algo en esas amenas charlas que ocasionalmente le regala a alguien de sus amigos. Nuestra admiración fraterna.


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