2012/09/10




La educación prohibida
Por Luis Gerardo Martínez García

Nuevamente la educación vuelve a estar en el ojo del huracán. Algunos con conocimiento de causa, otros no tanto, pero todos sentimos tener la razón suficiente para cuestionar la educación. Situación que no está del todo mal. Lo preocupante es ver que en ese mar de cuestionamientos se ahoga la posibilidad de hacer algo más allá que ser simples observadores. Los educadores y los estudiantes son los protagonistas del hecho educativo; ellos son, a mi juicio, quienes tienen la autoridad moral, escolar y profesional, de opinar con respecto a la educación [algunos otros son coadyuvantes, como los investigadores, los padres de familia, las organizaciones civiles; otros son asfixiantes, como los sindicatos magisteriales]. En muchas ocasiones, con cierta facilidad se ha afirmado: “La educación ha fracasado”; en verdad me parece una falacia y como tal, una postura arriesgada y populista. Por el contrario, dejando de lado ese diálogo de sordos, me parece que es un buen momento para escuchar estos documentales fílmicos que nos recuerdan, ahora más a menudo, de la responsabilidad que tenemos con la sociedad y con eso llamado educación.

El 13 de agosto se estrenó mundialmente un nuevo documental La educación prohibida que es un filme de eulam producciones con el apoyo de 704 coproductores, bajo la Investigación y el Guión de Germán Goin y Verónica Guzzo. Una película digna que inicia recordándonos aquella Alegoría de la caverna (mejor conocida como el Mito de la caverna). Me parece que es un buen inicio que invita, sugerentemente, a la reflexión; atrapa al receptor cautivándolo con una voz en off, haciendo remembranza de su clase de filosofía (se infiere que de la universidad), en la que el maestro les relataba esa historia “En una caverna se encontraban un grupo de hombres, prisioneros de nacimiento, encadenados de forma tal que sólo podían ver al fondo de la cueva una hoguera y figuras manipuladas por otros hombres que proyectaban en esa pared todo tipo de sombras. Para los prisioneros, las sombras eran la única referencia del mundo exterior. Esas sombras eran su mundo, su realidad. Uno de los prisioneros era liberado y se le permitía ver la realidad entera fuera de la caverna. Qué tanto tiempo le llevaría acostumbrarse al ver el exterior, después de llevar toda una vida de encierro. Posiblemente su reacción sería un profundo temor a la realidad. Podría entender lo que era un árbol, el mar, el sol. Asumamos que este hombre pueda ver la realidad tal cual es, y entender el gran engaño que era la caverna, que a su vez esté dentro de otra caverna”. Y refiere el narrador que el profesor les explicaba el mito en relación con el conocimiento, la educación y la necesidad del hombre libre de regresar y compartirle al mundo lo que ha visto. Afirma el actor (profesor): El filósofo no sólo debe entender la realidad, sino que tiene que llegar a transformarla.

La película pone en crisis el sistema educativo. De ahí la justificación de su nombre. En escena aparecen dos estudiantes en un salón con bancas algo desordenadas, un profesor quien les pidió un ejercicio de redacción, pensando en que la directora deseaba sus palabras para un acto del colegio. Como para un discurso donde hacen un balance de sus años en la escuela. Se les une la directora y le muestran la tarea, los tres con cara de preocupación y de convencimiento de sus ideales. Ella empieza a leer parte del discurso: “Muy poco de lo que pasa en nuestra escuela es verdaderamente importante. Nos enseñan a estar lejos unos de otros y a competir; padres y maestros no nos escuchan; por todo esto decimos ¡Basta! ¡La educación está prohibida! Es el punto de arranque para que educadores, estudiantes e investigadores dialoguen en torno a la crisis educativa. La intervención la encuadra también una frase de Albert Einstein “Si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo”, que en el contexto fílmico se convierte en una llamada de atención.

Particularmente participa Carlos Calvo, investigador chileno, quien inicia el cuestionamiento “El estudiante no aprende después de doce años a leer comprensivamente; no aprende las operaciones matemáticas; en fin, aprende muy poquito. Qué es lo que hace que el estudiante fracase en la escuela. Mi convencimiento va por las comprobaciones de que no es el estudiante el que fracasa. Es el sistema el que está mal planteado. Es que las reformas educativas actuales están mal enfocadas. Es un problema de concepción básica, de cómo concebimos la escuela”. Y le siguen una serie de participaciones, en el sentido de que “La escuelas de América Latina no son más que espacios de tedio y aburrimiento”.

El documental no dice más allá de lo que comúnmente se sabe sobre el enorme problema educativo que se vive. Todas las escuelas, señala, aspiran a un ideal de escuela común. ¿Hasta qué punto este ideal de escuela nos ayuda a desarrollarnos individual y colectivamente? Las voces de jóvenes, los argumentos de los educadores y los fundamentos de los investigadores se entrelazan discursivamente para dar forma al análisis pedagógico, urgente para redibujar nuevos paradigmas educativos de América Latina.

El documental termina como una invitación a reencontrarnos con la educación, más allá de los muros de la escuela que todos conocemos; una invitación a pensar otras formas de aprendizaje, a platicar y debatir acerca de nuestras prácticas escolares, y educativas. La educación tiene que avanzar, tiene que crecer, tiene que cambiar. Encontrarnos con los otros, conocer sus experiencias, encontrar e intercambiar ideas ideas y llevarlas a nuestra realidad

Promovida por Red de Educación Viva, A. C. (REEVO), esta película está dedicada “A todos los niños y jóvenes que quieren crecer con libertad”. Si hay interés por proyectar la película en su centro escolar, la puede bajar gratuitamente de http://www.educacionprohibida.com/

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